De creatividad, originalidad y realidades.
Nadie puede negar que nuestras vidas son influenciadas e impulsadas enormemente por la tecnología digital, esta ha tenido un gran impacto en muchos aspectos de la vida humana como la forma de comunicarnos, de comprar, de aprender, de entretenernos, de trabajar.
El mundo artístico es uno de los campos que más se ha beneficiado de la revolución digital pues han surgido diferentes medios de expresión como el videoarte, el arte en línea, las instalaciones multimedia, entre otras. La tecnología ha permitido a los artistas llegar a una audiencia mucho más amplia en todo el mundo a través de plataformas digitales como los sitios web, las redes sociales o las galerías virtuales. Y también la era digital ha impulsado nuevas herramientas de creación como programas de diseño gráfico, software de edición de video, dispositivos de dibujo digital y desde luego el uso de la INTELIGENCIA ARTIFICIAL (IA). La cuestión aquí es que la tecnología ha llegado para quedarse, desarrollarse y multiplicarse.
Cuando vemos la influencia de la inteligencia artificial aplicada nos asombra, pero, como todo, genera un cierto temor. Y el temor aquí es ¿sustituirá la inteligencia artificial a los artistas? Esta pregunta ha provocado mucha controversia a tal grado que ya se habla de la “creatividad artificial”. Un término cada vez más popular en las escuelas de arte de todo el mundo, utilizado para describir la capacidad de los sistemas de IA para producir obras de arte, música, literatura y otras formas de creatividad que normalmente se asocian con humanos. ¿Llegará el punto en el que ya no sean necesarios los artistas porque tendremos a las máquinas?
Por el momento, la experiencia personal que influye en el proceso creativo del artista es algo que un programa de IA no podría generar
Una máquina difícilmente puede replicar la experimentación con diferentes recursos y técnicas. Tampoco puede crear reflexiones sobre la propia vida desde una mirada subjetiva. Por el momento, la experiencia personal que influye en el proceso creativo del artista es algo que un programa de IA no podría generar. Además, otro punto a favor de los artistas es que el arte no se trata solo del resultado final sino también del proceso creativo que transforma tanto a la pieza como al mismo creador/a.
Así es que, por el momento, el veredicto es: aunque la inteligencia artificial puede ser capaz de crear obras de arte, no puede replicar completamente la creatividad, originalidad y habilidades emocionales que hacen que un artista sea "grande" y que nos ofrezca su creación para motivar nuestras emociones más íntimas.
Kommentare